Mi camino, de momento me lleva a encontrarme en la fria Praga (-2ºc), para asistir a una conferencia sobre los servicios compartidos (Golss). En el avión me encontré con la más variopinta fauna habida y por haber: japoneses, italianos (lógico ya que volé via Milán), rusos, ingleses y demás. Buena mezcla que tienen un punto en común: han estado en Barcelona. Turismo, placer, negocios… mi ciudad ofrece esto y mucho más.Espero que la imagen que se lleven sea positiva y que no les haya sucedido como a mi, que he tenido que deshacerme de la peligrosa arma de destrucción masiva que llevaba en mi portatrajes: el peligroso bote de espuma de afeitar.
Lo mejor, la explicación del guarda de seguridad: ”es que con esto, otros van y fabrican bombas”. Ya me veía en medio de un holocausto de espuma de afeitar…
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